La dirección financiera externa es la transferencia de las funciones financieras de la empresa a expertos ajenos a la organización.

La dirección financiera externa permite:

1. Diagnosticar la situación actual de la empresa:
2. Planificación financiera: Es necesario establecer metas y objetivos financieros a corto y largo plazo.
3. Presupuesto: Elaborar un presupuesto anual Esto permitirá llevar un control financiero y tomar decisiones.
4. Gestión del capital de trabajo: Administrar adecuadamente el efectivo, las cuentas por cobrar y las cuentas por pagar. para evitar problemas de liquidez.
5. Control de costes: Identificar y controlar los gastos innecesarios o excesivos.
6. Financiación: Evaluar las diferentes opciones disponibles para las pymes, como préstamos, líneas de crédito, inversores o subvenciones.
7. Gestión de riesgos: Esto implica tener un plan de contingencia ante situaciones imprevistas y contar con seguros adecuados.
8. Análisis financiero: Realizar análisis periódicos para evaluar el desempeño de la empresa y tomar decisiones basadas en información financiera objetiva.

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